26.03.2008
Tomando como pie el leitmotiv de ZEMOS98 Regreso al Futuro, Natxo Rodríguez nos advierte de que tendemos a hablar sobre cultura libre y Copyleft en terminos de futuro, y se nos olvida hablar de esas cuestiones de manera restrospectiva, que no nostálgica, como si hablar de producción, distribución y acceso a la cultura tuviera que ver solamente con el futuro.
Siguiendo con este Regreso al Futuro, enseguida nos situa Natxo en 1998, año en el que la SGAE cumple su centenario, entra en vigor en EEUU la ley Bono, más conocida como Ley de protección de Mickey Mouse, que extiende en 20 años la vigencia de los derechos de autor tras la muerte de éste, año en que VEGAP crea el Premio Internacional al Derecho de Autor de los Creadores Visuales y es otorgado por el jurado a la Fundación Thyssen-Bornemisza "por su excelente labor y respeto en la aplicación del derecho de autor". En ese mismo año Electronic Forntier Foundation premia a Linus Thorvalds y Richard Stallman, ademas de a Bárbara Simons, llega Windows98, el iMac y se anuncia el MacOs X. En aquella época se comenzaban a comercializar popularmente las grabadoras de CD, y bullía el movimiento del software libre con su abanderado GNU/Linux, y Napster estaba a punto de llegar...
En este contexto se comIenza a visualizar el ERROR de SISTEMA y a la necesidadde ¡LIBERAR MEMORIA!
La lectura que Natxo hace es la de que el dominio público nunca será contemporáneo, ya que cada nueva modificación de las normas que rigen la propiedad intelectual han supuesto un nuevo paso en detrimento del procomún. “El diálogo con el espacio del que se abastecen nuestros recuerdos, del que se aprovisiona nuestro imaginario o simplemente de donde tomamos aquello que nos mueve para disfrutar, crear o pensar, está condenado a un delay, de por lo menos, 70 años”, nos dice Natxo.
Este error del sistema lo podemos ver claro en multitud de casos, y se hace más llamativo en conflictos como el dado entre la Ley de la Memoria Histórica y la LPI, en los casos en los que se ve imposibilitada la retroalimentación de la cultura por la ridiculez de tener que pedir permiso para utilizar su obra a todos los que ejercen autoría sobre la obra, y eso no es fácil cuando hablamos de creación colectiva o cuando vemos la enorme cantidad de gente que trabaja en una película. O en el caso de que un ciudadano cualquiera no pueda tener acceso a las obras de arte que los museos pagados con fondos públicos guardan en sus bodegas, o que tenga muy limitado el disfrute de las obras expuestas, que en muchos casos ni fotografiar se pueden.
Ante todo esto Natxo nos propone un reseteo del sistema, una reconfiguración, un nuevo arranque en modo libre de fallos, y nos sugiere tres puntos de acción, tres lugares donde nuestra acción puede corregir el error del sistema, que son las licencias, los estándares abiertos y la legislación.
En cuanto a las licencias, nos encontramos en una situación en la que el copyright se da por supuesto, así que si queremos dotar a una obra con licencia copyleft (o cualquier otra de las múltiples licencias libres que han aparecido) hemos de especificarlo, e introducir víricamente la libertad de uso en las obras que a partir de la nuestra se creen.
Los estándares abiertos nos solucionarían los problemas que en cualquier momento nos puedan plantear las grandes compañías que han luchado por hacer de sus productos un estándar, y que al ser gestionados privadamente nos ponen en una situación de riesgo, pues dichos estándares pueden ser cambiados sin previo aviso.
Finalmente vigilar en que dirección se legisla, y la oposición a leyes que restrinjan cada vez más lo que es el dominio público, y denuncia de la criminalización del ciudadano que disfrute la cultura libre, del que comparta en P2P, etc.
Finalmente en el diálogo que se estableció entre los asistentes, tras la presentación de Natxo Rodríguez se habla de la responsabilidad del artista/creador en cuanto a la distribución de su obra, y de los modelos de mercado. Se habla de la necesidad del cambio de paradigma, de la ontología del artista, del infortunio que supone aplicar a las nuevas formas de creación los modelos restrictivos de distribución usados en el pasado (y presente). En definitiva, se busca reconfigurar un sistema en el que se ha errado.