Bellas Necesidades

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Laurence nos hizo interesarnos por las suturas, los canales de conexión, las articulaciones de conceptos, actos y tiempos heterogéneos, ofreciéndonoslos como estrategias de transofrmación, de reflexión, sin buscar puntos de partida, o de llegada a verdaderas verdades. Nos propuso pensar un presente situado. Nos pidió hacer visible, viva, vibrante y carnal a la tecnología, y que en relación a ella inyectemos en nuestras prácticas culturales nociones de encarnación y de cuidado, y nos pidió que experimentemos y preguntemos "¿Y si...?" haciendo una llamada a la capacidad especulativa de la ciencia ficción.

Tras la introducción donde Virginia Villaplana nos presentó a esta feminista que, a través de la ciencia ficción, busca mundos que van más allá del género, Laurance Rassel tejió una red compuesta por altares, por utopías, por el sol, y por cyborgs.

En un entorno de gran presencia del arte digital, Laurence nos habló de las ideas con las que trabajan desde Constant, sin detenerse en la máquina digital en sí misma, sino en su interacción con la máquina social, una máquina autopoiética que constantemente se recrea, archiva, repara e inventa, donde lo digno de admiración no es la herramienta digital, sino la práctica de la cual depende, que la crea y que la transforma.

Bellas necesidades son las utopías, y la operación utópica nos la presentó en terminos mecánicos, de invención, o de bricolage. Un proceso que ensambla objetos cotidianos, experiencias fragmentadas, conceptos interrogantes e hipótesis. En los altares de mujeres descritos en el libro de Kay Turner Beautiful Necessity vimos un espacion de interpretación prototípico que refleja las posibilidades creativas de la interacción simbólica.

De la mano deMayor Kusanagi con las imágenes de Ghost in the Shell nos introdujo al cyborg, figura tanto de la ciencia como de la ficción, que para Laurence puede identificar a la mujer en su extrañamiento, frente a la mujer definida y representada por la historia, lo político, la educación y los medios.

Con Laurence pudimos imaginarnos como otros u otras, como cyborgs, vampiros o brujas, para poder ser nosotros y nosotras mismos, para darnos la capacidad de pensarnos fuera de los estereotipos y de las normas, fuera de los códigos. Nos extrañamos y sorprendimos.

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